Hemos visto recientemente un caso mediático televisivo donde dos hermanos de sangre explicaban su amor y las barreras sociales y culturales que se encontraban a diario cuando se conocía la relación, aprovecharon el momento del directo para dar a conocer la noticia a su familia.
El incesto es la práctica de relaciones sexuales/carnales entre individuos cosanguíneos o de un parentesco biológico muy próximo, independientemente del grado genealógico. Hemos visto casos de padres con hijas, hijos con su madre, abuelo con su nieta o entre primos o hermanos.
En el año 1978 se despenalizó en España, coincidentemente con el adulterio y el amancebamiento que fueron derogados del sistema en ese mismo momento.
Debemos aclarar que la figura de incesto no está penada legalmente siempre que no se traspase la delicada línea que la puede separar, en según qué casos, del abuso sexual o el estupro. Decíamos delicada línea puesto que «constituirá abuso sexual la realización de actos sexuales interviniendo engaño o abusando de una posición reconocida de confianza, autoridad o influencia sobre la víctima» y cuando hay una relación incestuosa de línea directa a veces no somos capaces de determinar claramente bajo qué circunstancias se produce esa unión, pudiendo encajar en sometimiento inicial que luego por la costumbre se convierte en relación consensuada.
La ley es permisiva respecto a la convivencia de estas parejas pero no celebra el matrimonio, el artículo 47 del Código Civil que se expresa en estos términos:
Tampoco pueden contraer matrimonio entre sí:
- Los parientes en línea recta por consanguinidad o adopción.
- Los colaterales por consanguinidad hasta el tercer grado.
- Los condenados por haber tenido participación en la muerte dolosa del cónyuge o persona con la que hubiera estado unida por análoga relación de afectividad a la conyugal.
En el año 2015 hubo un caso en España donde judicialmente se les otorgó el libro de familia a una pareja de hermanos con dos criaturas, pasando de figurar como tío y madre a progenitores, pero evidentemente sin contraer matrimonio.
Otro considerando es el biológico por el mayor riesgo a contraer enfermedades causadas por la consanguineidad, una generación endógama eleva la contingencia y las posibilidades de heredar problemas físicos.
En la historia hubo casos emblemáticos de relaciones incestuosas, desde los padres de Tutankámon que eran hermanos, la Dinastía de los Habsurgos, Charles Darwin que tuvo 10 hijos con su prima hermana de primer grado o Albert Einstein con su hermana Elsa.
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