Toda ruptura con enfrentamientos graves entre los progenitores es vivida por los hijos de forma traumática y como una pérdida, dejando huella en su desarrollo.
Por ello es muy conveniente que en todas las rupturas de pareja antes de iniciar un proceso judicial contencioso se agoten siempre las posibilidades de acuerdo entre las partes, intentándolo bien por sí mismas, bien por mediación de sus letrados o de otros profesionales.
A través de este despacho y con la abogacía colaborativa que practicamos, ustedes y sus hijos pueden obtener una respuesta más satisfactoria a su nueva situación familiar.
Los abogados que trabajamos en el ámbito de los juzgados de Familia, estamos sensibilizados por las situaciones familiares que a diario conocemos, por lo que hemos considerado de interés elaborar unas recomendaciones que le ayuden a comprender y afrontar mejor su nueva etapa familiar.
1.- El divorcio es algo más que un proceso legal. Es también un proceso emocional, personal y psicológico que viven tanto los adultos como los hijos.
2.- El problema no es el divorcio, sino el “mal divorcio”. La mala manera de desarrollar esa ruptura de pareja acarrea siempre consecuencias negativas para los niños.
3.- De común acuerdo todos ganan. Las rupturas de mutuo acuerdo favorecen el clima de diálogo entre los progenitores y generan un ambiente más favorable a las relaciones de los hijos con éstos.
4.- Se separan los padres, no los hijos. Procure que los hijos mantengan una buena relación con el otro progenitor.
5.- La separación no supone la pérdida de ninguno de los progenitores. Asegure a sus hijos que seguirán siendo queridos por ambos padres, que van a seguir ocupándose de sus vidas y que no son culpables de nada.
6.- Los hijos no son propiedad exclusiva del padre o de la madre.
7.- El divorcio no pone fin a las obligaciones compartidas con respecto a los hijos. Como progenitores, se debe tener la obligación de consultarse y comunicarse de manera honesta, fluida y abierta las decisiones importantes en relación a la educación, desarrollo físico e intelectual de los hijos.
8.- Lo importante es la calidad de la relación con los hijos. La obstaculización, interrupción e inconstancia en el régimen de las relaciones repercute negativamente en la estabilidad emocional de los hijos y les genera graves perjuicios psicológicos.
9.- No utilizar a los hijos. No los utilice en el conflicto que le pueda enfrentar con su cónyuge ni canalice a través de los menores las tensiones que l a ruptura le genere a usted.
10.- Facilitar la adaptación del menor a las nuevas parejas. La introducción de esa tercera persona en l a vida de los hijos ha de hacerse con tacto y progresivamente.
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