Las vacaciones de Navidad, especialmente cuando se comparten entre progenitores separados, pueden ser una época de tensiones si no se gestionan adecuadamente. Sin embargo, es posible disfrutar de estas fechas con armonía y sin conflictos, si se planifican con antelación y se prioriza el bienestar de los niños.

Lo primero que debes hacer es revisar el acuerdo de custodia o visitas, si existe. Es esencial que tanto tú como tu expareja estéis al tanto de los días, horarios y lugares acordados para la recogida y entrega de los niños. Si no tienes un acuerdo formal, asegúrate de recordar las pautas que hayan quedado claras previamente, ya sea de forma verbal o por escrito. Cumplir con estos horarios es fundamental para evitar malentendidos, y si algún cambio es necesario, debe ser comunicado con tiempo suficiente.

La clave para unas vacaciones navideñas tranquilas es mantener una comunicación abierta, respetuosa y directa con tu expareja. Utiliza medios como mensajes de texto o correos electrónicos para confirmar todos los detalles relacionados con las fechas y los horarios de recogida o entrega, así como cualquier ajuste que pueda surgir. Es importante que ambas partes estén alineadas en cuanto a la logística para evitar sorpresas de última hora. En caso de que surjan desacuerdos, es crucial mantener la calma y evitar que los niños se vean involucrados en conflictos. Las vacaciones son una ocasión especial para los pequeños, y ellos deben disfrutar de estas fechas sin sentirse atrapados en discusiones entre los adultos.

Respecto a las festividades en sí, es recomendable que, si es posible, ambos progenitores se pongan de acuerdo con tiempo sobre cómo repartir las celebraciones navideñas. Muchos acuerdos de custodia incluyen turnos para las festividades más importantes, como la Nochebuena, Navidad, Año Nuevo, etc., para garantizar que los niños puedan disfrutar de tiempo con ambos padres.

Cuando se trate de la recogida y entrega de los niños, la puntualidad es especialmente importante durante las vacaciones para evitar generar tensión innecesaria. Si la relación con tu expareja es tensa, puede ser útil fijar un punto de entrega neutral, como un centro comercial o un parque, para minimizar el contacto directo y reducir la posibilidad de malentendidos.

La flexibilidad también juega un papel importante durante las vacaciones. Es posible que surjan imprevistos, como problemas de trabajo, cambios de última hora o necesidades especiales de los niños. En esos casos, es importante estar dispuesto a adaptarse y encontrar soluciones que beneficien a los niños, sin dejar de cumplir con el acuerdo básico de custodia. Mantén siempre en mente que lo más importante es que los niños disfruten de unas vacaciones de Navidad equilibradas y sin tensiones.

Por otra parte, es crucial evitar que los niños se conviertan en intermediarios entre los progenitores. No deben sentirse responsables de resolver los conflictos de los adultos, por lo que las comunicaciones deben mantenerse directamente entre los padres.

Finalmente, si en algún momento tienes dudas sobre el cumplimiento de los acuerdos o sientes que los derechos de los niños no están siendo respetados, es aconsejable consultar con un abogado especializado en derecho de familia. Desde este despacho podemos ofrecerte la orientación necesaria para proteger tanto tus derechos como los de tus hijos.